Mi querida Madre tenía un sueño.
Ella era la pequeña de cuatro hermanos varones.
Soñaba con tener algún día dos hijas para que se tuvieran mutuamente como hermanas.
Su sueño se cumplió.
Mi hermana es el regalo que me hicieron mi Madre y la Vida.
Hoy es el cumpleaños de Eugenia, mi hermana.
Como al resto de mi familia, quiero dedicarle esta felicitación pública en este día tan especial, y quiero decirle que ella es la persona que hace que mi vida sea especial.Mi hermana da una primera impresión algo lejana, quizás altiva,... la perfecta máscara para la persona más buena, divertida e ingeniosa que conozco.
Los mayores ataques de risa de mi vida han sido compartidos con mi hermana y mi madre, y siempre guardaré ese
tesoro en mi corazón.

Mi Eugenia me conoce como nadie, hasta el punto de saber cuál es mi estado de ánimo después de escuchar cuatro palabras por teléfono. Ella sabe qué pienso, qué siento, qué sueño, qué me duele,... y lo comparte conmigo.
Sólo puedo darle las gracias a mi Madre y a la Vida por habernos hecho hermanas.
Le deseo toda la felicidad del mundo porque la merece y porque seguro que la reparte, y quiero decirle cuánto la quiero, hoy y siempre.
Yo te quiero así,
como una parte de Ella
y parte de mí.

¡Feliz cumpleaños, Hermana!