Trapalón, trapacero, farandulero, catacaldos, son adjetivos con una connotación no muy positiva, pero que en mi casa, de toda la vida, se han usado con un matiz cariñoso para describirnos cuando nos metíamos en algun lío o hacíamos algo fuera de lo común, siempre con la mejor intención. Ser curioso, descubrir, probar, ser el perejil de todas las salsas,...reír, vivir. Por eso, espero que Trapalonia sea un punto de encuentro entrañable para nuestras trapacerías.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
¡Genial frase!
Y muy acertada, ir a contracorriente, o seguir tu instinto aunque parezca una locura.
Yo estoy en ello, veremos si al final me atrevo a crear MIS propios caminos.
Beso :)
Seguro que los creas Neblina. Todo empieza con el primer paso.
Beso :)
Publicar un comentario